4. CONCLUSIONES
- El tipo de vino deseado depende de las condiciones a las que esta sometido durante su periodo final de maduración, a las condiciones climáticas, y al tipo de uva que va a utilizar.
- Durante el proceso de fermentación es necesario que esta se realice homogéneamente en todo el lote de mosto que se esta produciendo, por ello es necesario remover la parte inferior y superior para que estas dos estén en contacto el tiempo suficiente con el fermento que se encuentra en el sombrero.
- Los toneles o barriles de roble son importantes pues agregan armomas y le dan el cuerpo que necesita el vino durante su segunda fase de fermentación. Por tanto el material que se usa durante la fermentación del vino influye también en su composición final de aromas y sabores.
- Para obtener un tipo de vino se deben determinar sus diferentes composiciones mediante controles de calidad que nos revelan si la materia prima obedece o no a los índices requeridos.
5. RECOMENDACIONES
- Tener cuidado con el oxígeno, pues este con el vino no deben estar siempre en contacto. A pesar de que algo de oxígeno es necesario en el proceso de fabricación, el contacto con el oxígeno del aire puede llevar a la oxidación enzimática y a un deterioro de la apariencia y el sabor del vino.
- Reemplazando el aire en los tanques por un gas inerte -nitrógeno, dióxido de carbono o una mezcla de ambos- el vino puede ser almacenado en condiciones estables, sin que se degrade. El nitrógeno es útil para mezclar y homogenizar vinos de diferentes características y, además, proteger la calidad del producto final.
- Se debe tener el mayor control en el proceso de fermentación, puesto que cabe la posibilidad de que el vino a elaborar se vuelva en vinagre, por ende se debe emplear un nuevo sistema de control, que sea más tecnológico para que la viña no tenga perdidas en su producción.
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